07 junio 2006

El Catecismo Nacionalista

Hace ya varias décadas, antes de la caída del bloque soviético, estuvo en amplia circulación en México (y aún se puede encontrar en algunas librerías dedicadas a la compra-venta de libros usados) un pequeño manual de bajo costo copiándole a los catecismos católicos el mismo formato utilizado por estos de preguntas y respuestas, aunque aquí el objetivo no es la formación religiosa sino la formación política, o mejor dicho puramente fanática. El manual, impreso en blanco y negro con un águila en la portada, tiene por título "Catecismo Nacionalista". Las preguntas y respuestas plantean desde un principio como hecho comprobado la existencia de una enorme conspiración mundial tejida por judíos, comunistas y masones para apoderarse del mundo entero. El uso adecuado del Catecismo Nacionalista consiste en aprenderse de memoria cada respuesta a cada pregunta, repitiendo una y otra vez todas las preguntas y todas las respuestas hasta que la enseñanza haya quedado grabada para siempre en la memoria de modo tal que no pueda ser objetada por el uso de la razón. En la ciudad de Guadalajara, en su momento, este Catecismo Nacionalista se podía encontrar por millares. Ciertamente, la adquisición del Catecismo Nacionalista era algo sumamente recomendado dentro de la sociedad secreta de ultraderecha Tecos que maneja la Universidad Autónoma de Guadalajara, y aún seguiría siendo impreso en grandes cantidades y seguiría siendo distribuído por todo México de no ser porque algunas de sus enseñanzas quedaron obsoletas con el desplome del modelo económico marxista en la Europa Oriental.

Podemos imaginarnos a uno de los estudiantes de la UAG pertenecientes a la cofradía secreta ultrafanática Tecos leyendo con devoción nacionalista una copia xerox del Catecismo Nacionalista que le acaba de proporcionar el líder de la sección a la cual pertenece, a quien simplemente lo llamaremos el Estudiante U. Al ir leyendo con avidez el Catecismo Nacionalista, hay una cosa que le llama poderosamente su atención conforme se acerca al final del "catecismo": aparece una pregunta sobre si es necesario fundar un nuevo partido político para enfrentar en México y desde México "la gran conspiración", a lo cual la respuesta dada en el mismo "catecismo" es que, en vez de formar un nuevo partido, hay que ir preparando una nueva generación de profesionistas "nacionalistas". De pronto, un momento de iluminación atraviesa la mente del estudiante U. ¡Esto es precisamente lo que se está haciendo dentro de la Universidad Autónoma de Guadalajara! ¡Preparando generaciones de profesionistas con una mentalidad "nacionalista" afín a las ideologías pro-Nazis de los Tecos de la Autónoma de Guadalajara, con el fin de que estos profesionistas se vayan colocando en posiciones clave desde donde podrán ir ejerciendo una influencia creciente! Y ciertamente, ya tienen varias décadas poniendo en práctica este plan.

Por otro lado, el restarle importancia a la fundación de un nuevo partido político no significa que no se piense utilizar un partido político ya existente, aunque el Catecismo Nacionalista no tiene absolutamente nada que decir sobre esto. Ciertamente, fundar un partido político con gente graduada de la Autónoma de Guadalajara cobijando además a ex-Cristeros y ex-Sinarquistas así como a miembros de organizaciones satélites como el MURO de la UNAM o GUIA suena demasiado obvio, por no decir estúpido, ya que sería identificado de inmediato como el partido de la extrema derecha de México. Un partido así posiblemente no captaría ni siquiera el uno por ciento del voto de los mexicanos, estaría condenado al fracaso desde antes de nacer. Por otro lado, la fundación de un nuevo partido político de alcance nacional puede ser un asunto extremadamente costoso, hay que pensar en cosas mundanas como los gastos relacionados con la renta de locales, la adquisición de mobiliario, la contratación de servicios telefónicos, la contratación de secretarias y personal encargado de la limpieza, en fin, puede ser un asunto de mucho dinero si es que va a estar operando en varias ciudades de la República Mexicana y no únicamente en los estados de Jalisco y Colima (las áreas en donde los Tecos tienen mayor influencia). En vez de gastar enormes sumas de dinero para fundar un nuevo partido con filiales en todo México, una inversión que no sería retribuída ni siquiera en mínima parte al mantenerse alejada la mayoría de los mexicanos de tan extravagante partido, ¿por qué no ir infiltrando un partido ya existente, ocultando las verdaderas intenciones de quienes lo están infiltrando? ¿Por qué no irse apoderando poco a poco de un partido y de sus recursos, ocultándole a los auténticos militantes el verdadero propósito de quienes se están afiliando al partido ya existente? Al igual que como lo hace ese pájaro asesino famoso porque deposita su huevo en los nidos de otros pájaros, y cuando nace su retoño y va creciendo va matando uno a uno a los demás polluelos hasta terminar apoderándose del nido, tras lo cual crecerá y volará hacia otros nidos para depositar su huevo en otros nidos con el fin de que sus descendientes sigan haciendo lo mismo. Usurpación, infiltración, traición, simulación. Es mucho lo que tiene en común este pájaro con los Tecos de la Autónoma de Guadalajara. Excepto que el pájaro asesino si pudiera hablar podría intentar justificarse argumentando una carencia de raciocinio que le permitiría poder distinguir entre el bien y el mal. Sus contrapartes humanos, si tenían esta facultad divina, desde hace mucho tiempo que la perdieron.

Por la forma en la cual operan los miembros de la sociedad secreta de ultraderecha Tecos de la Autónoma de Guadalajara, por la coincidencia en los objetivos de ellos con los objetivos que marca el Catecismo Nacionalista, al Estudiante U ya nadie le puede quitar de la cabeza la idea de que detrás de la publicación masiva de los ejemplares de ese Catecismo Nacionalista estuvieron los dueños de la Autónoma de Guadalajara, de que ellos estuvieron financiando la publicación y la difusión de ese Catecismo por doquier, al igual que como lo hicieron con las publicaciones de los libros de Salvador Borrego y del Teco egregio de la Autónoma de Guadalajara, Carlos Cuesta Gallardo, mejor conocido bajo el seudónimo de Traian Romanescu.

Por sí solo, el Catecismo Nacionalista carece de valor así sea histórico si se le toma por lo que es, un folleto propagandístico para inducir al incauto en las creencias de la extrema derecha mexicana. Pero a la luz de los acontecimientos actuales, es extraordinariamente valioso porque prueba de modo contundente que, ya desde hace más de tres décadas, la extrema derecha radicada en Guadalajara estaba planeando no la fundación de un partido político afín a sus propios intereses, sino la infiltración de otro partido político usurpando los recursos de éste. La principal víctima resultó ser a fin de cuentas el Partido Acción Nacional, y el instrumento utilizado para infiltrar al PAN resultó ser la Organización Nacional del Yunque, una hechura de los Tecos de la Autónoma de Guadalajara actuando bajo la guía y liderazgo de Antonio Leaño Alvarez del Castillo y sus demás cómplices tales como Luis Garibay y Carlos Pérez Vizcaíno. Quienquiera que aún tenga en su biblioteca particular una copia de este Catecismo Nacionalista puede ver al final del mismo en una sola pregunta y su respectiva respuesta la revelación del plan de acción que se tenía contemplado desde aquél entonces para la conquista de las redes del poder en México, un plan de acción basado en la simulación y la infiltración considerados como herramientas justificables por quienes han hecho de la traición y la insidia un modo de vida.